El nombre drum and bass (traducido literalmente como batería y bajo) no debe llevar a error y hacer pensar que esta música se constituye exclusivamente de estos elementos. Sin embargo, es cierto que ambos son cruciales en las composiciones del género.
Por lo que se refiere a la línea de bajo eléctrico, el drum and bass cuenta con un patrón de graves subbajo (por debajo de 90 Hz) que llega a producir un efecto físico sobre el oyente. Desde su nacimiento, los productores del género se han preocupado por investigar diferentes timbres en el bajo. La creación de la línea de bajo se suele llevar a cabo mediante sintetizador o bien se toma mediante samplers. No es frecuente, pero en ocasiones se utilizan líneas de bajo tocadas con instrumento eléctrico, acústico o mediante contrabajo. En general, cualquiera que sea su origen, la línea de bajo es sometida a un profundo proceso de producción que incluye multitud de efectos de sonido: compresión dinámica, flanger, chorus, over-drive o ecualización. También técnicas específicas del drum and bass, como el Reese Bass.